La educación financiera es vital en nuestras vidas y tendría que ser una de las asignaturas que se enseñe durante toda la edad escolar ya que nos aportará mayor libertad en el medio y largo plazo.

Durante la edad escolar, que no en los colegios. Aunque este punto lo dejamos para un post aparte pues se puede hablar largo y tendido de ello. Pero para que os hagáis una idea, es mejor no mezclar la política con la educación financiera.

Vamos al grano.

Todos tenemos nuestros gastos, en mayor o menor cantidad. Y para hacer frente a estos gastos necesitamos ganar un dinero y lo que es más importante, saber cómo administrarlo para que el balance a final de mes sea positivo para nuestros bolsillos.

Y es aquí donde entra la educación financiera. ¿Pero qué es? Se trata de la capacidad de entender cómo funciona el dinero en el mundo: cómo una persona lo obtiene (gana), lo administra y lo invierte. Más específicamente, la educación financiera se refiere al conjunto de habilidades y conocimientos que permiten a un individuo tomar decisiones informadas de todos sus recursos financieros. (1)

Por lo tanto, estamos hablando de tres puntos principales:

1. ¿Cómo gano dinero?
2. ¿Qué gastos tengo que afrontar con el dinero que gano (o como lo administro)?
3. ¿Qué cantidad de dinero puedo invertir?

Cuando eres tu y solo tu el que te administras el dinero, es mucho más fácil. Cuando es en pareja, ya se complica. Y si hay familia, niños pequeños y actividades, ya ni te cuento.

Y todo ello sin haber tenido una buena formación financiera a lo largo de nuestras vidas pues a no ser que tu familia te la haya dado, es muy poco probable que en el colegio la hayas recibido correctamente.

Es por eso que en este espacio vamos a hablar en profundidad de todos los temas relacionados con las finanzas. Porque creemos firmemente en que la población debe estar bien formada al respecto para poder tomar mejores decisiones en general.

Para ello hemos establecido unas reglas de oro de la educación financiera:

1. Es importante conocer cuales son tus gastos mensuales. Los reales, no los que crees que tienes.
2. ¿Tienes deudas? Espera un momento, ¿Qué es una deuda? Analicemos si tenemos deudas y pongamos atención en ellas.
3. Analiza tu estilo de vida, las metas que tienes y piensa a medio plazo.
4. Ahora que has analizado todo lo anterior, crea un presupuesto que parta de tus ingresos.
5. ¿Qué pasa si hay un contratiempo? Es importante tener un colchón para afrontarlo.
6. Hazlo como quieras pero hay que destinar una parte a invertir. El hábito es MUY importante.
7. Hablemos de los productos financieros que tenemos disponibles.
8. La mejor de todas, haz que el dinero trabaje para ti.
9. Vuelve a empezar por la 1 cada cierto tiempo. Tu estableces cada cuanto.

Hablemos a continuación de las 6 primeras:

Es importante conocer cuales son tus gastos mensuales. Los reales, no los que crees que tienes

¿Has sentido alguna vez que no llegas a fin de mes? ¿O que esperabas que ibas a tener más dinero y tienes menos del esperado? Siento decirte que esto te pasa porque no sabes exactamente que gastos tienes.

Y es tan importante saber cuanto cobras al mes como saber cuanto gastas cada mes. Por lo tanto, te recomendamos lo siguiente:

1. Haz un Excel, utiliza una aplicación de gastos o apúntalo en una libreta. Haz lo siguiente:
2. Anota todos los gastos que tienes fijos al mes (pagar la letra del coche, el alquiler de la casa, clases de inglés, cuota del gimnasio, internet, etc.)
3. Ahora anota los que tienes variables (comidas en restaurantes, luz, agua, compra para casa, etc.) Consejo: apunta los máximos que tienes de cada concepto, para ello comprueba los últimos 6 meses.
4. Anota TODOS. No te autoengañes. Si cada día te tomas un café, anótalo. Si cada día compras el diario, anótalo. TODO.
5. Ahora es momento de contestarte a esta pregunta: ¿Soy -realmente- consciente en que me gasto el dinero al mes?

¿Tienes deudas? Espera un momento, ¿Qué es una deuda? Analicemos si tenemos deudas y pongamos atención en ellas.

“Me están ahogando las deudas que tengo”. Seguramente hayas escuchado esta frase más de una vez, pero es importante entender que es una deuda para ser consciente si estás identificando bien o no el problema.

La deuda es una obligación que tiene una persona física o jurídica para cumplir sus compromisos de pago, fruto del ejercicio de su actividad económica.

Y existen diferentes tipos de deudas y diferentes clasificaciones dependiendo de la variable que queramos usar.

Ahora bien, sea como sea, si tenemos deudas, nos tenemos que centrar primero en la que tiene el interés más alto para pagarla cuanto antes.

Analiza tu estilo de vida, las metas que tienes y piensa a medio plazo

Es muy importante plantearse la vida a medio y largo plazo. Aunque esta última la dejamos para el punto de invertir.

En cuanto al estilo de vida es importante fijar unas metas a medio plazo y vivir acorde a ello.

Eso sí, sin perder de vista en vivir el presente.

Por lo tanto, lo que nosotros planteamos es que se sepa que se quiere hacer a medio plazo y se establezcan unas metodologías de ahorro para lograr los objetivos planteados.

Ahora que has analizado todo lo anterior, crea un presupuesto que parta de tus ingresos.

Aunque parezca complicado, no lo es. No te preocupes si no sabes por donde empezar, puedes escribirnos y nosotros te ayudamos a hacerlo. De todas formas, pronto tendremos una entrada en este blog para saber como hacer un presupuesto a medida.

Pero antes de eso, te damos unos consejos:

Anota los gastos fijos no variables

Alquiler, seguros, préstamos, cuota Netflix, cuota gimnasio, etc.

Gastos fijos variables

Recibo de la luz, internet, agua, compra en supermercado, regalos para cumpleaños

Gastos ocio y hobbies

Pádel, pequeñas escapadas, restaurantes, ocio, etc.

Ahorro e inversiones

Dinero destinado a ahorro mensual y dinero destinado a inversiones. Puede coincidir o no.

¿Qué pasa si hay un contratiempo? Es importante tener un colchón para afrontarlo

El estrés financiero puede impactar directamente en la salud de las personas provocando insomnio, depresión, alteraciones del sistema inmune o problemas cardiovasculares, entre otras afecciones.

Es por eso que es altamente recomendable tener un colchón para poder afrontar cualquier tipo de contratiempo que te suceda.

O ya no solo por eso. Sino porque a lo mejor quieres cambiar de trabajo o emprender y necesitas dinero para poder hacerlo con una mayor tranquilidad.

Hablaremos largo y tendido de la libertad financiera en este blog.

Hazlo como quieras pero hay que destinar una parte a invertir. El hábito es MUY importante.

Invertir es la clave en esta vida para seguir creciendo.

Invertir en salud, en formación, invertir en tener una mejor economía. Todas ellas son inversiones. Por lo tanto, no solo hablamos de dinero cuando hablamos de inversión.

No obstante, en este apartado si que nos referimos a la parte económica y es que es muy importante buscar inversiones que nos ayuden económicamente para que nuestro dinero no pierda su valor por la fuerza de la inflación.

Y ahora que ya tienes fijado tu presupuesto con los gastos que afrontas mes a mes, es momento de definir donde vas a invertir ese dinero que puedes destinar a ello.

Tienes que conseguir invertir un 20% de tu sueldo con el objetivo de que tu dinero trabaje para ti. Parece una frase muy suculenta pero os aseguramos que es así: se puede hacer que tu dinero trabaje para ti.

Para finalizar, nos gustaría darte un consejo final, relacionado con el punto 9.

Vuelve a empezar por la 1 cada cierto tiempo. Tú estableces cada cuanto

Pararse de vez en cuanto, recapacitar y tomar decisiones es muy importante. Porque de lo contrario vamos dando vueltas sin parar y sin fijar objetivos y metas.

Tu presupuesto se puede descuadrar cada cierto tiempo o que surja un contratiempo y no puedas destinar tanto dinero a invertir o a ahorrar.

Sea como sea, es importante establecer unas fechas para pararse y pensar en como tenemos planteadas nuestras finanzas. Y si vemos que algo se descuadra, cambiarlo y seguir adelante.

Posiblemente te parezca que es mucho trabajo hacer todo lo anterior pero nosotros os aseguramos que si hacéis bien el trabajo, agradeceréis mucho el tiempo dedicado a ello pues se empiezan a notar los efectos muy pronto.

Y es realmente gratificante sentirse como el que controla las finanzas y no que tus gastos te controlan a ti.